13 noviembre, 2015

Por qué Santa Claus es perjudicial para tu hijo

Aquello que puede ser destruido por la verdad debe serlo. P.C. Hodgell

"MerryOldSanta" by Thomas Nast*

Esta entrada no es un ataque contra la navidad, sino contra una práctica que está asociada con ella. Me refiero a engañar a los niños haciéndoles creer que Santa Claus viene en la víspera de Navidad a dejar regalos. Prácticas parecidas son el Niño Jesús, el Ratón Pérez, el Hada de los dientes, los Reyes Magos, el Coco ( The Bogeyan ), entre otros. Las razones por las cuales los padres hacen tal cosa, pueden variar. A continuación presento una lista de argumentos para tal práctica, aunque no pretendemos que esta lista sea exhaustiva:

  • Es un medio para que mis hijos aprendan principios morales.
  • Ayuda a mis hijos a ser espirituales.
  • Los padres de los otros niños lo hacen, y no quiero que mi hijo sea diferente.
  • Es una parte fundamental de la infancia que trae mucha felicidad a mis hijos.

El primer uso de Santa Claus tiene raíces históricas. Básicamente Santa Claus es un medio para chantajear a los niños a fin de que hagan, o no hagan, lo que los padres quieren. Hay una tradición donde Santa Claus aparece acompañado por un personaje que castiga a los niños desobedientes. Hay otras figuras que han sido usadas exclusivamente para asustar a los niños que consideren desobedecer a los padres, como el Coco y Medusa, que era usada por los padres de la antigua Roma.

El problema con usar a Santa Claus como lección de moral, es que no enseña a los niños a pensar racionalmente acerca de las consecuencias de sus acciones. Si un padre es incapaz de enseñarle a sus hijos una norma de conducta con argumentos racionales, es o porque tal norma de conducta es arbitraria o porque el padre ignora las razones de tal norma. ¿Consideraríamos a un niño que no miente o roba sólo porque Santa Claus no le traerá regalos en Navidad como una persona moralmente íntegra?

Usar a Santa Claus o el Niño Jesús para inculcar religión puede resultar en un arma de doble filo, pues cuando el niño se entere que las acciones del personaje fantástico fueron perpetrados por sus propios padres, la fe puede ser sustituida por el escepticismo y la confianza en las enseñanzas del hogar puede dar paso a una revisión de lo aprendido con espíritu crítico.

Engañar a los hijos porque los demás lo hacen es una justificación tan buena como para la práctica de la esclavitud en el siglo XIX o el nazismo en el siglo XX. A menudo la sociedad puede estar equivocada en un tópico, y eso no nos exime del deber de pensar por nosotros mismos. No le fallemos a nuestros hijos amparándonos en la mediocridad de los demás.

La última razón que he enumerado alega que Santa Claus es fuente de felicidad para los niños. Esto no lo discuto, pues yo mismo crecí en un hogar donde un personaje fantástico nos visitaba en la víspera de Navidad para dejar regalos, y recuerdo muy bien la ilusión que me producía la expectativa de tal evento. Pero este beneficio lo debemos sopesar con los inconvenientes, que mencionaremos más adelante. También podemos considerar que los niños pueden ilusionarse fácilmente con otras cosas, las cuales pueden resultar más beneficiosas que el engaño de Santa Claus.

Inconvenientes de engañar a nuestros hijos

En primer lugar está el hecho de que Santa Claus no es real, evidentemente. No debemos tomarnos a la ligera las mentiras blancas que decimos a nuestros hijos. Ellos están en una etapa en que son fácilmente impresionables, y no sabemos qué influencia ejercerán nuestras palabras y acciones. Dado que es difícil justificar las mentiras, asumimos un gran riesgo al engañar a nuestros hijos. Consideremos las palabras del físico Lauren Kraus, "El propósito de la educación no es justificar la ignorancia, sino vencerla". Nuestros hijos necesitan aprender sobre el mundo real, ahora es el momento porque lo necesitan y porque sus facultades son idóneas para el aprendizaje.

El pensamiento crítico no se desarrolla de manera natural en el ser humano, hay que cultivarlo, y mientras antes se comience, mejor. En la historia de Polar Express, el protagonista es un niño que está llegando a cierta madurez mental y se está cuestionando la veracidad de la existencia de Santa Claus. A lo largo de la historia se va convenciendo de que Santa Claus es real. Esto es todo lo contrario del pensamiento crítico. En lugar de las evidencias llevar al niño a descartar la existencia de Santa Claus como algo improbable e inútil, llega a una convicción sin fundamento. El fracaso de que nuestros hijos no desarrollen el pensamiento crítico tiene un precio incalculable, dejándolos como víctimas de todo tipo de engaños.

Si queremos que nuestros hijos emprendan una carrera en el área de las ciencias o la tecnología, debemos estimularlos desde una edad temprana. Hacerles creer que Santa Claus y cualquier otro tipo de hado es real, es arriesgar a que sean distraídos de tal camino, pudiendo decidir dedicar sus vidas a una búsqueda de la olla de oro al final del arcoiris o del cáliz sagrado.

Engañar de tal manera a nuestros hijos puede ser considerado abuso infantil, pues estamos perjudicando al niño aprovechándonos de su ignorancia, ingenuidad y confianza en nosotros, su padres, de quienes dependen.

Finalmente consideremos que hay alternativas a engañarlos haciéndoles creer que los hados existen. Dichas alternativas tienen el poder de inspirarlos, de llenar sus vidas de ilusión y felicidad más que los relatos fantásticos. Aquí no estamos abogando por eliminar la lectura de fábulas y ciencia ficción, estas cosas tienen un lugar en la educación. Lo que no consideramos correcto es hacer creer a los niños que las fábulas son realidad por medio de astutos artilugios. Invito al lector a reflexionar sobre las siguientes citas, y preguntémonos si estamos engañando a nuestros hijos con fábulas porque carecemos nosotros mismos de un sentido de maravilla hacia el mundo real.

Una vez que vencemos nuestro temor de ser insignificantes, nos encontramos en el umbral de un universo vasto y asombroso que hace definitivamente insignificante en tiempo, espacio y potencial, el proscenio antropocéntrico de nuestros ancestros - Carl Sagan. Pale Blue Dot.
Para mí, es mucho mejor contemplar el universo como realmente es que persistir en el engaño, independientemente de cuán satisfactorio y confortante sea. - Carl Sagan. The Demon-Haunted World

Referencias

(*) "MerryOldSanta" by Thomas Nast - Edited version of Image:1881 0101 tnast santa 200.jpg.. Licensed under Public Domain via Commons.

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